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CaseStudy

Reducir la huella de CO2 en la investigación sensorial y del consumidor

Mayor sostenibilidad en la evaluación de productos por consumidores y expertos

A medida que el mundo evoluciona y las actitudes cambian, se buscan soluciones sostenibles en todos los aspectos de la vida. La investigación sensorial y de ciencias del consumo no es una excepción, y nos sentimos obligados a adaptar nuestros procesos y métodos en consecuencia. En SAM, vimos la oportunidad de convertir la prohibición de los plásticos de un solo uso en 2021 en una oportunidad de investigación y social para evaluar el impacto de la sustitución del plástico utilizado tradicionalmente por materiales de prueba reciclables y/o reutilizables.

Se prestó especial atención a los materiales biodegradables, ya que son sustitutos rentables e higiénicos del plástico de un solo uso y cumplen las directrices legales europeas, sin dejar de ser de un solo uso. Sin embargo, la pregunta clave era si estos materiales biodegradables son tan atractivos para los consumidores como las opciones de utensilios tradicionales, o si podrían crear un sesgo en los paneles de expertos y en las evaluaciones de los productos por parte de los consumidores.

Enfoque

SAM abordó este estudio con una metodología dual de evaluación por un panel de expertos e investigación del consumidor.

Se encargó al grupo de expertos (n=11) que evaluara 5 yogures diferentes utilizando una cuchara de plástico y otra de acero inoxidable con la metodología CATA. El panel de consumidores (n=61), utilizando una metodología CLT, evaluó los raviolis servidos tanto en platos de plástico como biodegradables.

Resultados

Los resultados de estos dos estudios demostraron a SAM que el cambio a materiales lavables o biodegradables no afectaba a la evaluación del producto.

En los análisis sensoriales realizados por el panel, los resultados relativos a la discriminación y la clasificación entre los dos tipos de materiales permanecieron inalterados y el sabor no se percibió de forma diferente en función de si se utilizaba una cuchara de plástico o de acero inoxidable.

En cuanto a la evaluación del consumidor, el cambio de un plato de plástico a uno biodegradable no influyó en la evaluación organoléptica de los productos, ni en la preferencia e intención de compra.

Además, los estudios demostraron la calidad de los productos biodegradables en términos de resistencia al calor, la grasa y los productos líquidos.

Por tanto, el estudio fue un éxito, ¡tanto para SAM como para la sostenibilidad mundial! Este estudio fue el primer paso hacia una investigación más profunda y una transformación global de cómo percibimos los productos sostenibles, ¡teniendo siempre presente la calidad de los datos sensoriales y de consumo que proporcionamos!

Si desea más información, póngase en contacto con SAM.

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